28.11.08

Ver la roca




(escrito hace casi dos años; esperando por la próxima)


I

Tengo ganas de volver a verte de cerca:
de recostarme sobre tu escarpado terciopelo atlante
Quemarás más que el sol mismo,
pero los pies los tendré sumergidos en fresca agua inquieta,
equilibrando el ardor interior
fustigado por los rayos que han esquivado
las hojas, quienes hicieron lo posible sombreando.

Suspiraré, y una calma tendrá que avenirse,
sí o sí, porque es lo que buscaba;
y aunque no exista,
mis facultades dirán que esas sensaciones están allí,
gozándome, y yo me dejaré fluir más que nunca.

La mente se verá alivianada y se oxigenará,
quizás con suerte intente
deshacerse de los malos tragos
y deje espacio para nuevas vasijas.

Los silencios de repente se harán oro;
los ojos cerrados superarán el umbral de la miopía
y recorrerán todos los recovecos verdes,
a sus habitantes que no cesan de jugar a las escondidas,
sabiendo que protegen grandes secretos.

Mientras, unos dedos pasean pastizales,
tranquilos, sin que nadie los corra
–tal vez algún amigo poco peligroso se suba a chusmear-,
y otros descansan barridos por la corriente,
olvidando cuánto cargan día a día.

II

Podrá avanzar la tarde,
que yo seguiré percibiendo maravillas a ciegas;
mas recuerdo que soy privilegiado y que poseo ese sentido,
dejo pasar la luz y me someto al alrededor,
sonriendo de vez en cuando.

Acuden a mí recuerdos vagos, poco reales
hasta donde pueda soportarlo.
Sacudo la cabeza,
no dejo que se me interpongan las preocupaciones,
y como respuesta, las otras especies me reclaman.

Les ofrezco mi atención,
que pende de un hilo, aunque a ellas les baste.
Claro, de allí su libertad,
su pasión desinteresada,
la lucha por sobrevivir que les es propia
(a nosotros sólo nos ha afectado en tanto retórica malsana),
su recelo.

En realidad nos siguen,
y nos admiran en tintes de odio y lástima,
por eso nos notan y siguen su camino,
no contestan a nuestro idioma.

Pero beben de las mismas aguas,
compartimos la vida, se merecen todo:
y encima reconocen, quisieran recordarnos
que primero debemos mirarnos entre los hombres,
lograr ciertas igualdades, por más vapuleadas,
para así después vivir,
como hacen ellas en todo momento,
en la plenitud verde.

24.11.08

9 (number naina)


Me gustaría vivir en un país bajo el mar. Donde los pulpos cuidan sus jardines y los peces multicolores se mueven libremente. Los humanos pueden respirar con tubos de oxígeno, o sin ellos. Submarinos amarillos se desplazan suavemente por debajo de las olas y los campos de frutillas resisten para siempre. Los "meanies" (monstruitos azules que odian la música) dejan la vida submarina y se dirigen a la Argentina, porque la Banda de los Corazones Solitarios del Sargento Pimienta está constantemente tocando música. Un hombre de ningún lugar vive solo en una tierra de ningún lugar, tramando sus planes de ningún lugar para nadie. Los bulldogs ladran, y de sus hocicos salen burbujas, y podés escuchar: "Hey Bulldog!". Si te sentís solo, podés hablarles.

Existe un lugar al que podés ir, y está en tu mente, y no hay allí tiempo. Cuando estás en medio de un sueño, nadie te sacude, nadie te despierta. El Dr. Robert tiene todo lo que puede, dice "bien, bien, estás mejor...". Y al momento, estás tan feliz... sonreís aquí, allí y en todas partes. Los taxistas trabajan ocho días a la semana, pero para ellos, todo lo que necesitás es amor. En una ciudad (Dakota), un tal Rocky Racoon colapsó en una esquina; otro tipo, Daniel, le ha disparado. En las escuelas, cada días mejoras, los maestros no te dan con reglas. Te sentís bien (con una pequeña ayuda de tus amigos es mejor), y al final, el amor que recibís, es igual al que das.



*En segundo año de la secundaria, se nos pidió escribir un texto para inglés, como forma de examen (materia: inglés, ejem). El docente era un gran pelmazo, no voy a ahondar en detalles, pero gran muestra de ello es que con mi gran amigo Franquito, fuertemente embebidos de beatlemanía, nos dispusimos a escribir para esa evaluación, una serie de frases poco conexas extraidas de las diversas canciones del cuarteto de Liverpool. Armamos lo que arriba se lee, obviamente en su idioma original, y en ese momento nos gustó tanto que no nos preocupó lograr la nota con tales babosadas.
Se ve que al tipo le gustaban los Beatles, porque nadie le pondría a esa verdulería un 9 (nueve). Me temo que, no obstante, le importaba todo un comino. A nosotros nos pareció tan genial la situación en ese entonces que mantuvimos el manuscrito guardado. Pero, como parte de los revivals que salen todo el tiempo para honor de la nostalgia, lo cuelgo acá. Todo tiene su valor.

20.11.08

He notado...

Algunas cosas que noté durante estos días, impulsado por el (in)esperado pasaje de metodologismo metodológico sociológico histeriológico a la de los campos abiertos de posibilidades y la necesidad de tomar decisiones fuera de ámbito académico, pero que me preocupan tanto más.

- Los campamentos empiezan antes de llegar a tu lugar de destino, esto quiere decir que a las terminales de Retiro le falta solo un poco de césped artificial como para ir acostumbrando la vista, mientras te acomodás en el suelo mil veces pisado y te manducás una rosquita de pan y leés el diario a la espera de que te confirmen que para el día de tu viaje no existen más boletos (estuve a un puchito, delante mio quedaba únicamente unas señoras y tres minitas que iban a sacar, por lo que les escuché, como 5 pasajes cada una... ya estaba jugado -me atraganté con una palmerita, y peor, cuando leí sobre los sueldos de funcionarios crotos en el diario de Lanata (que tanto le falta...)-.)

- Que la kinesiología es menos efectiva que el agua con sal para curar esguinces, pero uno va con la certeza de que esos campos magnéticos y las estimulaciones realmente devuelvan la falta de sonoridad que ahora el pie baila en cada paso.

- Cierta gente parece que vive para la joda solamente, y me digo, qué bueno que estaría ser así. (Be young, be happy, be...). Ahí me pongo a pensar por qué demonios me preocupo tanto por otros, si nos podemos guiar por puro individualismo y decir luego que vivimos cada segundo de nuestras vidas (a este paso me pregunto qué hago delante de un teclado diciendo esto; me contesto que en el lugar donde querría estar -que no sé cuál es-, no estoy, y debo acoplarme).

- Vuelvo a darme cuenta de lo que Juan Carlos Hinkelammert decía, al intentar llegar a una temperatura agradable con el aire acondicionado del trabajo. La temperatura ideal es un concepto límite, aunque no sé si por el factor humano. Y ahí en el laburo uno encuentra otra mente que se plantea las disrupciones del capitalismo y después tararea Color Esperanza como forma de homenajear el "principio esperanza" de Bloch.

- Merl Saunders y Jerry Garcia son lo mejor musicalmente que ha encontrado en estos años, desde la cumbre beatlemaniaca y tantos otros, artistas y géneros. Los tapes obtenidos en internet son aquí conocidos por... yo solo. Y luego, llegan y salen nuevos viajes musicales todo el tiempo, hay que agarrar lo que más pega en el corazón.

- El periodismo difundido es una mierda. Ojalá que mis colegas periodistas obren en consecuencia.

- La sociología puede llegar a apestar. Amor y odio; en este sentido, el cuatrimestre lo ha salvado ver a gente copada todos los días, cursar con muchos así (y con algún que otro salame) y limar con autores, docentes, agrupaciones y niños ratas. Si es así, a esta ciencia (será una ciencia? uf!) se la puede digerir más fácil y construirla para que la cabeza se abra y no se la cierre de un bocazo (cfr. diario el argentino en la esquina, otros majaretas cabezas duras, donde lo que quiero y el como lo quiero porque así me lo tragué, guía toda nueva experiencia o aprendizaje y la cercena).

- Que en los lugares de trabajo hay mucha energía contenida, todo puede irse por las ramas de un momento a otro. Y que a veces intentan ser un micro-mundo.

- El barrio de Caballito tiene veinte mil caras, es indefinible, más allá de aquello de la clase media. De a poco pierde lo de barrio para ser de lo más corporativo (cfr. las torres inmensas en la cuadra de enfrente; la separación caballito norte - caballito sur, ¡qué asco!).

- Que los ojos enrojecidos, la blefaritis, es un demonio, junto a la miopía y los genios malignos de las canchas públicas y privadas, que hacen que caigas mal o te tuerzan de un pelotazo. Que aquel día del amigo en 2004 fue muy bueno mientras duró.

...
Y seguiría, de no ser por el ardor en los queridos ojos y la sed, que me pide un vaso de agua. Dejo de escribir para eliminar mis toxinas, doña. Continúo pronto, ya verá, que no se enfríe el té mientras.

 
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