25.12.09

Legion of Merry Jerry Christmas

(...)

A pesar de que he escrito en contra de algunas cosas de las fiestas, no puedo dejar de sentirme algo raro y rweiofiorfjioworfpwopfowpfkop cómo se me impone lo establecido! Y de que estoy con un menjunje de emociones... Feliz Navidad!

Y a dúo con Jerry, Paz y Amor!!!

16.12.09

(...)

si tu esquina de sol con ronda y piel de niño
si mi piel en silencio y mis raíces
si la noche y el árbol y su cielo
y las ventanas y un gato y la vereda
si todo de pronto mar abierto
me diera la mano
para encontrarte

ay
si tu forma de lluvia me mojara

...
quien tuviera un pájaro
su canto en la mirada
quien tuviera un ramo de abrazos para curar al mundo

...
mientras haya una esquina y a pesar de todo
y una luna y un tiempo y un bolsillo
mientras haya una mano y una calle
y una boca y un grito
una ventana

mientras estemos

madre azul
perímetro del beso
tu piel es patrimonio de mi boca
pero estoy solo que busco mis hermanos

ayer amaba como hoy pero distinto

algo sucede con mi sangre

una trompada al arco iris
y se acabó el asunto

arriba azul que me mirás con ganas
si no puedo
no puedo
inventemos de nuevo la esperanza
quiero inaugurar con tu boca
una tarde de fogatas
dispararle una flor a tu pollera

...
y después qué podré darte
si de tanto andar entre papeles
estoy traspapelando mi ternura


Roberto Jorge Santoro
varios extractos no seguidos de "La Dulzura", 1960-1962 y "Pedradas con mi patria", 1964

7.12.09

amigate con la tecno

(...)



Volver
El otro día se rompió mi computadora y me sentí desamparado. "Mi vida se perdía en un abismo profundo y negro...", como dice la canción. ¿Será posible seguir la vida sin microsoft word? ¿Y sin e-mails?, me pregunté, preocupado al descubrir mi adicción.
Sin embargo, todo el mundo es adicto a los zapatos (¡?), por ejemplo, y nadie se escandaliza por eso. También hay adicciones buenas, como el aerobismo. De todos modos, decidido a luchar contra la dependencia, desempolvé mi vieja Triumph del año cincuenta. "A diferencia de la otra, tu nunca me borraste nada", le dije, acariciando sus teclas redondas. No me contestó, es cierto, pero tampoco intentó intimidarme con alguno de esos odiosos carteles que me estampa la otra, la última, la maravillosa, a cada momento: HA EFECTUADO UNA OPERACIÓN NO VÁLIDA. EL WWWPHSU BORRARÁ TODO EL PROGRAMA SI NO REEMPLAZA EL DISCO G3H M CON EL MODO YHG65-V8 DENTRO DE LOS PRÓXIMOS 20 SEGUNDOS. ACEPTAR.
De tanto en tanto, es posible volver.


Rodolfo Livingston, "Anatomía del sapo y otros asuntos",
Astralib, 2002. p.100


Zas, yo te obligo, desde acá, a que apretes "delete" y a que las cosas que tanto cuestan se borren de un tirón en forma de bits que se comen unos a los otros. Y lo tenés que Aceptar. U "omitir", o "anular"... qué bajón, trato de usar estos trastos el menor tiempo posible y lo que debería solucionarte parte del trajín diario de la vida loca, te crea más y más dramas. Pero bueno, también las máquinas sufren sus añitos, y la pentium 2, empieza a fallar cuando la dejás de usar... Y cuando "volvés" a recurrir a ella, a querer reproducir los varios gigas de música ordenadita y lista para ayudarte a pasar el tiempo, te manda enorme FAIL de Hard Disk y no sé cuanto... Teniendo a tu alrededor mucha gente que sabe de estas cosas, lo primero sería que les pida ayuda... pero digo, ya está, por un tiempo que se encabrone y hacemos las pases. Lástima que cada tanto me acuerdo de tal disco o archivito que quedaron en esos discos duros viejos... y me parece que cada intento de arranque la va quemando más. ¿He de aceptarlo?


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(...) Mientras hojeaba los álbumes y empezaba a estudiar la obra de Auggie, no sabía qué pensar. Mi primera impresión fue que se trataba de la cosa más extraña y desconcertante que había visto nunca. Todas las fotografías eran iguales. Todo el proyecto era un curioso ataque de repetición que te dejaba aturdido, la misma calle y los mismos edificios una y otra vez, un implacable delirio de imágenes redundantes. No se me ocurría qué podía decirle a Auggie; así que continué pasando las páginas, asintiendo con la cabeza con fingida apreciación. Auggie parecía sereno, mientras me miraba con una amplia sonrisa en la cara, pero cuando yo llevaba ya varios minutos observando las fotografías, de repente me interrumpió y me dijo:

–Vas demasiado deprisa. Nunca lo entenderás si no vas más despacio.

Tenía razón, por supuesto. Si no te tomas tiempo para mirar, nunca conseguirás ver nada (...)

Fragmento de fragmento de “El cuento de navidad de Auggie Wren”. Publicado por primera vez en el New York Times el
15 de diciembre de 1990.

 
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